En lo más alto de la provincia de Almería, se encuentra el pueblo de Alcolea, situado en plena Alpujarra, y dentro de su termino municipal existen tres municipios: Lucainena, Darrical y Alcolea. Nosotros en esta visita nos centramos en la localidad de Alcolea.
En las inmediaciones de la oficina de turismo nos vamos a encontramos con una la casa señorial representativa de Alcolea en la Edad Moderna, los Marqueses de Iniza.
Alcolea es tierra de fuentes y de agua, que nos recuerdan la cercana presencia de Sierra Nevada y Sierra de Gádor, auténticos depósitos del preciado elemento, descargado lentamente para generar vida.
En una pequeña plazoleta nos recibe con sorpresa, la Fuente Nueva muestra como su estructura separa perfectamente, por motivos higiénicos, según criterios ilustrados, el pilar bajo para uso como abrevadero de ganado, de la fuente alta para uso humano y con los huecos para colocar los cántaros. Estas fuentes eran espacios de sociabilidad muy importantes en épocas pasadas.
Otra de las viviendas señoriales del pueblo, es la casa de Loreto Godoy. Era propiedad de Adela Ruiz Roda, descendiente de grandes propietarios de Alcolea, quien casa en 1896 con Francisco Valbuena Monterrey (1869-1931), XI marqués de Iniza. La pareja no tuvo hijos. A la muerte de la viuda pasará a su sobrina Loreto Godoy, que da nombre a la vivienda actual.
La fachada principal a la actual Plaza de la Iglesia es un cambio del siglo XIX, pues la portada principal, hoy cegada, daba a la calle Real, la antigua calle principal de acceso a la Alpujarra y Ugíjar. De nuevo encontramos la importancia de la rejería, el balcón sobre la portada y, en general, la arquitectura como elemento de representatividad social de la nueva nobleza rural.
Pero el símbolo artístico y cultural de Alcolea es esta Iglesia De San Sebastián. Su imponente y rotundo volumen exterior nos habla de una larga y compleja historia constructiva y de una rehabilitación reciente sufragada por los vecinos. La primitiva iglesia mudéjar de mediados del siglo XVI, mucho más sencilla, presentaba una sola nave y cubierta con armadura mudéjar.
Cerca de la iglesia encontramos un lavadero, que conserva el encanto original y un bello entorno rural. Además la fuente-lavadero no ha sido reformada, conservando el encanto de lo original. La fuente mana sobre un abrevadero redondo y de allí vierte al anexo y alargado lavadero, una gran balsa rectangular, a cuyo alrededor se disponen las superficies de lavado, que si pudieran hablar nos trasladarían un montón de historias y vivencias paralelas al discurrir del agua y la dura faena del lavado. Desde allí el agua discurre a otras dos albercas escalonadas apoyadas en un peñón calizo.
La ermita se sitúa en el antiguo camino real que procedía de la costa, se trata de un templo barroco levantado en 1709 (la fecha aparece en un lateral bajo la cornisa). En el mismo edificio encontramos un espacio anexo que pudo servir como casa del ermitaño y sacristía, mientras que, junto a la puerta, encontramos en el suelo el hueco circular del aljibe subterráneo. Pero el mayor atractivo se encuentra en el interior, con una planta de una gran nave cubierta con bóveda de cañón, con tribuna a los pies, capilla mayor diferenciada y un sencillo camarín, en la cabecera, elemento característico de la arquitectura religiosa granadina de la primera mitad del siglo XVIII que potencia el efectismo barroco del altar mayor. Sorprende la decoración con frescos representando a los Santos Apóstotes.
Dese aquí nos dirigimos hasta espacio era antiguamente el solar de una era de trilla, pero hoy recortada en su mitad para el trazado de la nueva calle.
Desde aquí podemos observar el entorno inmediato de la población, el valle del río Alcolea y la singular formación de cárcavas sobre margas que conforman la ladera del valle. A mayor distancia disfrutamos una vista general de la Alpujarra granadina, entre las sierras de la Contraviesa (al sur, con su máxima altura en el Cerrajón de Murtas) y Sierra Nevada (al norte, con el Mulhacén y el Pico de la Alcazaba como mayores alturas visibles).
El rosario de pueblos de la Alpujarra granadina, con su permanente tono blanco de cercanía al cielo, se encadenan en la media ladera de Sierra Nevada para ofrecer un singular y única vista panorámica, que de noche, adquiere una especial carga visual y emotiva con múltiples luces dominando el horizonte.
Recordar que muchos de los recursos a visitar se catalogan como Bienes de Interés Cultural, por lo que sólo deben ser explicados por un guía Oficial, cualquier persona que intente explicarlos sin su correspondiente acreditación puede ser sancionado por ello.
Este es otro de los lugares que les puedo mostrar a los grupos que visiten la Alpujarra durante los fines de semana, Trabajo tanto para agencias de viajes, como para particulares, soy guía turístico oficial. La visita a este pueblo se puede incluir en una excursión más amplia para conocer la zona visitando otras poblaciones como son: Cajayar, Laujar de Andarax, Valor, Ugijar ……
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