A nuestra llegada a la localidad de Alicún nos va a sorprender su gran balsa, bajo ella se encuentra una fuente donde brota el agua que lleva más de un milenio aprovechándose. Bajo el minarete se encuentran los Baños árabes del siglo XII, conocidos en su época como los baños huecijanos. Los baños termales cerraron a mediados del siglo pasado y de ellos sólo se conservan algunos restos dentro de una habitación bajo la Torre del Reloj, situada en uno de los extremos. Cuando pasas por la noche, la luna la ilumina y parece que hay un fantasma dentro. Cuando el viento sopla, las hojas de los árboles tiemblan y da mucho miedo. En ocasiones la gente de nuestro pueblo se aprovecha de las vistas

El agua que sobraba de los baños era utilizada en el lavadero público que actualmente no funciona pero no hace muchas décadas era de sublime importancia en la vida social de las mujeres.
La gran Balsa es de planta cuadrangular y de grandes dimensiones, aproximadamente 25 metros de lado. Construida en mampostería. En su interior surgían dos nacimientos de aguas termales, hoy agotados, por lo que el agua se suministra a través de una conducción que proviene sondeos recientes.

Su existencia fue el origen del núcleo urbano. Era conocida como «Baños de Huecija» (Al-Hamman Vestán), ya descritos en el siglo XII por el geógrafo árabe Idrisi.
El agua de la balsa se utiliza para el riego agrícola, además y hasta hace pocos años que se inauguró la Piscina Municipal, esta Balsa, ha sido la piscina y el balneario, durante muchas décadas.
Este es otro de los lugares que les puedo mostrar como guía turístico a los grupos que visiten Alpujarra Almeriense. Trabajo tanto para agencias de viajes como para pequeños grupos (VIP). Podéis poneros en contacto conmigo a través de la pestaña de contactos.